CONVERSANDO SOBRE TERAPIA ARTÍSTICA
- Teresita Zuluaga

- 2 ago 2020
- 8 Min. de lectura
La Terapia Artística es un tema que no podemos explicar técnicamente, como tampoco podemos hacerlo con ningún sentimiento, con ningún proceso de comprensión, por tener sus raíces en el actuar y no en el pensar.
La Terapia Artística comienza como tal en Suiza con la doctora Margarethe Hauschka en 1925; se constituye como una ampliación del arte médica en la que deben primar tres cualidades: Sabiduría, Belleza y Fortaleza; y es un conjunto de dos campos: Arte y Terapia, siendo por lo tanto científica artística.
ARTE: no es mi objetivo definir lo que es arte, pero citaré algunas opiniones del doctor Rudolf Steiner.
“Arte es un camino por medio del cual lo suprasensible se manifiesta físicamente: en formas, colores, palabras, tonos musicales, etc”.
“Formas artísticas surgen siempre en ese camino donde se busca la relación con lo espiritual, así que la relación con lo espiritual siempre se tiene que encontrar, si se quiere llegar a lo verdaderamente artístico.
“El artista no podrá crear si no tiene dentro de él, el impulso que viene de los mundos espirituales.
Citando a Rabindraneth Tagore: “Por medio del arte nos reconocemos como hijos de lo eterno y como herederos de los mundos espirituales”.
No podemos olvidar que así como se reciben influencias de los mundos espirituales, pueden recibirse de los mundos negativos. El Arte puede ser algo divino, como también algo diabólico.
TERAPIA: Para el terapeuta no existen enfermedades y menos aún enfermos; eso pertenece al campo médico.
El terapeuta ve el desequilibrio en el ser humano y en toda su constitución, sabiendo que algo superior en el hombre, quiere transformar algo inferior, para su mejor funcionamiento.
El terapeuta debe saber qué tipo de enfermedad le remite el médico y observar el desequilibrio que ella crea entre las tres fuerzas anímicas: Pensar, Sentir, Querer; cuál o cuáles predominan, impidiendo que las otras puedan desenvolverse sanamente.
Es así como el trabajo está basado en el estudio del hombre, según la ciencia, pero con la claridad de que va alcanzar los aspectos más elevados de la naturaleza humana, se necesita tener una comprensión artística del ser humano; puesto que el mundo crea de forma artística; esto es, tenemos que ampliar el conocimiento científico a una dimensión artística, si queremos entender al hombre en su concepción más íntima.
El terapeuta sabe que el espíritu de una persona no se enferma, lo que si puede estar perturbado es el proceso de unificación de lo anímico con lo espiritual o de lo vital con lo físico. Él sabe que la persona está procurando una armonía en su totalidad y no la consigue. Aquí entra la terapia a prestar ayuda.
La Terapia Artística no tiene recetas, ni conceptos intelectuales cerrados; el terapeuta tiene que estar vacío de todo preconcepto, de toda simpatía o antipatía. Solo el amor y el interés por el bienestar de la otra persona deben tener lugar en su cabeza, en su corazón y sus miembros.
De aquí que la pregunta del terapeuta debe ser: “¿Qué es lo que realmente quiere y necesita ese ser íntimo de la persona que está procurando ayuda?” y no lo que el desearía o lo que el paciente imagina debe buscar.
Antes de profundizar en el campo de la Terapia Artística quiero llamar la atención sobre la existencia de varios campos de aplicación en ésta; existen trabajos y experiencias con Terapia Artística: en la Pedagogía Curativa, en la Psiquiatría, en tratamientos con alcohólicos, drogadictos, y presidiarios, en enfermedades reumática, en el cáncer, en la esclerosis múltiple, en problemas físico, en hiperactividad, en estados de ansiedad, miedo, en rehabilitación, etc.
Todos necesitan un tipo bien diferente de atención en cuanto al arte y en cuanto a la terapia.
En la Terapia Artística a través de la pintura son ejercitadas unas fuerzas que actúan como vivencias de contenidos objetivos, de las correspondientes fuerzas anímicas cósmicas e intervienen en los procesos de estructuración del ser humano.
Una de las técnicas que se trabaja es parecida a la acuarela pero sobre papel mojado, donde el encuentro de los colores, su esencia, su carácter, etc., influencian el alma en el ámbito de todas las sensaciones. Los colores son fuerzas universales dominantes que actúan en el pasado y futuro, en la compactación y disolución, en la tierra y en el cosmos, en la imagen y en el brillo.
Y como el alma humana es un ser de luz, que vive en el espacio terrestre, entre las actuaciones y sufrimientos de la luz, que son los colores, así la fuerza curativa de estos actúa envolviendo hasta la última célula, armonizando hasta el mínimo reducto del alma o por lo menos, colocándolo en vía de armonización.
Nuestra vida sensorial es una fluctuación de colores entre el pensar, hacia la luz y el querer que nace de la oscuridad de los procesos físicos. Este fluctuar reordena el sol en el macrocosmos y el Yo en el microcosmos; por lo tanto la paz penetra en el alma cuando los polos opuestos son ordenados para la armonía de los colores.
La armonía de los colores la encontramos en el arco iris; éste nos revela el alma universal en su orden cósmico.
Cuando nuestro arco iris interno comienza a perder su equilibrio, nuestra visión de la vida y nuestra capacidad de elaboración, de cada una situaciones que se nos presentan en el día a día va siendo cada vez más difícil y oscura; empezamos a perder el interés por las cosas y por la vida misma.
El terapeuta tiene una visión del hombre, como una individualidad perteneciente a un todo y teniendo en cuenta la comprensión ternaria del ser humano que fue planteada por Rudolf Steiner: Polo de la cabeza (sistema neuro sensorial), Parte del medio (sistema rítmico), Polo inferior (sistema metabólico); en el polo de la cabeza los procesos catabólicos nos llevan a la luz, a través del pensamiento; es el lugar del hombre donde se dan procesos de frío. Por ejemplo: si esta región tiene un exceso de calor, sobreviene a ello dolores de cabeza, jaquecas, dificultad de pensamientos claros, etc.
En el sistema metabólico tenemos los procesos que nos llevan al actuar; la voluntad que está ligada a procesos de calor. Al darse un desequilibrio metabólico, se pierde la fuerza de voluntad.
Podemos hablar de que el sistema Neurosensorial, se dan procesos fríos relacionados con el azul y en el Sistema Metabólico procesos de disolución y de calor relacionados con el rojo; estos procesos pasan por diferentes transformaciones, hasta encontrarse en el verde del Sistema Rítmico, que a través de la respiración mantiene el equilibrio de las polaridades.
Hay que tener muy presente que dentro de cada polo, hay manifestaciones del otro polo. Por ejemplo del azul, se encuentra luz y calor y dentro del rojo hay frio y oscuridad; o sea que “dentro de la disolución está la forma y dentro de la forma está la disolución.
Teniendo esta comprensión, sabemos entonces que no hay fórmulas, ni esquemas de trabajo.
En el momento que este movimiento armónico se pierde y el Sistema Rítmico empieza a no permear equilibradamente cada polo, surge como manifestación un desequilibrio con tendencias frías como el cáncer, la esclerosis o tendencias de disolución como las inflamaciones, etc. Según la tendencia del desequilibrio se selecciona la técnica con la cual se va a trabajar; entre otras está el diseño, que tiene dos formas de ser aplicado.
Diseño con formas concretas: donde los límites son bien definidos, con una actuación opuesta a uno de los tipos de pintura, que trabaja el encuentro de los colores en la expansión.
El segundo modo de aplicación es el diseño dinámico, esto es, el diseño de formas rítmicas, como el tipo de diseño de los longobardos y de los celtas. Esta forma de arte exige concentración y pensamiento lógico.
También existe una técnica intermedia entre la pintura y el diseño descrito; es el diseño en blanco y negro; apelamos además a otras técnicas como el modelado, el velado o veladura, el telar, la talla etc.
Así cada técnica tiene una actuación diferente, por esto la Terapia Artística desarrolla en la persona la capacidad de percepción sensorial, para que el efecto curativo de la actividad artística desenvuelva el equilibrio perdido; puesto que si queremos actuar sobre los cuerpos debemos buscar el “Arte” correspondiente a la necesidad individual, para poder armonizarlo de esta manera.
Podemos comprender mejor esto si miramos el desenvolvimiento de las artes:
ARQUITECTURA
El ser humano crea una relación con el espacio que lo rodea, por esto las formas que vemos a nuestro alrededor, nos influencian tanto positiva como negativamente.
Una construcción armónica o inarmónica, crea una sensación dentro de nuestro ser. Sabemos entonces que las proporciones, la armonía, la estética, actúan inconsciente y directamente sobre el alma y sobre el físico/vital del ser humano, reflejándose esto físicamente, por ejemplo en la postura.
Podemos ver que una construcción que respeta las leyes de la estética es una forma de terapia.
LA PLASTICA
Con las fuerzas vitales y las fuerzas etéricas nos introducimos en la materia dándole forma.
En la plástica se intensifica la ligación y orientación con las formas del espacio y las fuerzas plasmadoras.
Por esto muchas terapias comienzan con trabajo de modelado.
LA PINTURA
Nuestras aspiraciones, deseos, impulsos, tanto conscientes como inconscientes, son imprimidos en una dimensión bidimensional, donde a través del color se llega a la armonía de las polaridades por medios del ritmo de contracción y expansión del Sistema Rítmico.
LA MÚSICA
En ella usamos instrumentos materiales, pero el sonido carece de ese elemento material, el atraviesa todas las formas de materia así como nuestro Yo espiritual o Espíritu Vital, penetra nuestro ser astral, etérico y físico. De este modo podemos decir que mediante las leyes musicales, introducimos las leyes del Yo espiritual dentro de nuestros cuerpos.
La terapia usa principalmente la escala pentatónica, que por su armonía natural, ayuda a la cura de múltiples desequilibrios.
LA POESIA
Podemos definirla como una pintura metamorfoseada por la música, por el sonido, es: “la palabra pintada”.
Los elementos rítmicos del verso, las formas líricas, épicas y dramáticas, el arte del cultivo del lenguaje y la dicción (sprachgestaltung-al) que va más allá de la fonoaudiología, son medios terapéuticos de gran alcance sobre el alma y la consciencia de la persona.
LA EURITMIA Y LA DANZA
Las fuerzas vitales que en el modelado actúan transformando la materia, ahora transforman nuestra propia materia y forman un espacio plástico entre las personas.
La euritmia tiene dos formas: Euritmia Tonal y Euritmia Vocal; para el terapeuta existe una subdivisión específica, llamada Euritmia Curativa que actúa sobre los aspectos específicos del desequilibrio.
EL ARTE SOCIAL
Las fuerzas que han creado un templo físico, son metamorfoseadas para construir un templo entre los hombres, teniendo consciencia de que la armonía debe ser encontrada a través del más profundo contacto de ser a ser y donde ese íntimo de cada hombre se manifieste como realmente es y no como quisiera que lo vieran.
En el arte social los intervalos, los cambios de colores, los elementos épicos, líricos, etc. ya no son creados físicamente visibles sino anímicamente, a cada nuevo instante entre las personas, permitiéndonos percibir realmente lo que el otro es y quiere, y no lo que sale imperfectamente expresado en la palabra.
De esta manera vemos como lo Superior actúa sobre lo inferior y como cada arte está íntimamente ligado a uno de los cuerpos que compone el hombre en su conformación más íntima, como ser cósmico.
Cuando deseemos buscar el arte correspondiente, debemos clarificar que aquí no se trabaja con fines artísticos; puesto que la “terapia es el Arte sacrificado” y lo importante no es el resultado del trabajo o el acabado, sino la vivencia del proceso que actúa como medicamento para la recuperación del equilibrio de la salud.
Así que no tiene importancia si la persona que busca la Terapia Artística tiene o no conocimiento de arte.
Un campo específico de la Terapia Artística son los temperamentos ya que predisposiciones unilaterales de estos pueden ser muy bien sanadas y con el tiempo por medio del trabajo artístico, se llegará a un equilibrio interno.
Es importante manifestar que el terapeuta tiene que tener un estudio claro y profundo, sobre el desenvolvimiento de la biografía de la persona a través de los septenios, para una comprensión más clara y real del momento, viendo así objetivamente las causas físico/anímicas del desequilibrio. Puesto que el trabajo según sea: niño, adolescente o adulto, varía profundamente.
Finalmente tenemos varias artes que son combinaciones de las anteriores y a su vez son complementarias en el trabajo de la Terapia Artística como son: Masaje Rítmico, Euritmia Curativa, Musicoterapia, Pedagogía Social, Quirofonética, Baños y Compresas, etc.
“La fuerza psicológica del color
provoca una vibración anímica
y la fuerza física elemental es
la vía por la cual el color llega al
alma”
Goethe



Comentarios